Era tradicional ser despertado en las mañanas post-jaraneras por el claxon del panadero,no faltaba a su cita diaria con la gente de Santomas y siempre era bien recibido. La harina que era su sustento le ha jugado una mala pasada y le hace dejar el trabajo de su vida. Espero que ahora pueda descansar y disfrutar de una vida tranquila sin horario ni prisas.Siempre nos acordaremos de Luis,nuestro panadero,las mañanas en Santomas no serán las mismas.
1 comentario:
¡Viva el panadero! Nunca olvidaremos las famosas "tortas", que ricas...
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