Pues claro que sigue "atronando". El instrumento en cuestión se ha trasladado a Ávila y puede resultar un arma mortífera. En manos del Mantecón, por ejemplo, puede alcanzar un grado de cansinismo tal, que pa que contate. Ahora, como lo coja el fimósico, ay cómo lo coja el fimósicooooooooooooo!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario