Tras propinar sendos cabezazos a los agentes que le custodiban hasta los calabozos de la Comisaría de Leganitos, el detenido consiguió escapar a todo trapo en un opel rojo, según testigos presenciales. Corre el rumor de que consiguió llegar hasta un poblado abulense conocido como Santoma, en donde convenció a un herrero para que le quitara las esposas a cambio de unas jarritas fresquitas, según parece. Si se encuentra con él tenga cuidado es peligroso y muy desconcertante.
1 comentario:
Que montaje más bueno, vaya cachondeo.
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