martes, 12 de mayo de 2009
"LA CASA TRANSPARENTE"
Vivir entre muros de cristal
Una urbanización de Maello acoge una adaptación de la casa Farnsworth, la universal y polémica obra arquitectónica de Mies van der Rohe, y en la que su diseñador y propietario realiza un experimento
La casa tiene una planta de 110 metros cuadrados.
J.L.Robledo
La casa Farnsworth, diseñada por el arquitecto alemán Mies van der Rohe, está considerada uno de los iconos de la arquitectura moderna. Construida como encargo de una casa de fin de semana, se encuentra situada en un paraje natural, a unos 80 kilómetros al suroeste de Chicago (Estados Unidos), muy próxima a un río, con uno de sus lados orientado hacia un bosque, que la separa de la corriente de agua, y otro hacia un pequeño prado.
Casi desde el inicio de su construcción, en el año 1947, la casa Farnsworth fue víctima de implacables críticas e historias que acabaron por convertirla en un icono de la arquitectura conceptual. Lejos de ser considerada una vivienda funcional, motivo por la que su propietaria original Edith Farnsworth acabaría llevando a los tribunales a Mies van der Rohe, la inercia de su historia sigue siendo hoy en día motivo de debate y división entre los más entendidos y siempre con la misma pregunta: ¿vivienda o concepto?
Bajo este complejo debate nace Farnsworth 33, un experimento que se desarrolla en una de las urbanizaciones repartidas por el término municipal de Maello y que partiendo de la única reproducción que se ha realizado de la obra original, «pretende despejar, de una vez por todas, estas incógnitas que para muchos resultan evidentes», según afirma Pablo Gumucio, diseñador y creativo industrial, y propietario de la singular edificación.
«Cuando pensé en construir una pequeña casita de campo que me permitiese a mi familia y a mí disfrutar de la naturaleza, lo primero que me vino a la cabeza fue esta singular obra de Mies. Este arquitecto, que en cierto modo reforzó mi forma de entender la vida con su celebre frase ‘menos es más’, fue el punto de partida que me embarcaría en este gratificante y sencillo proyecto. Lejos de querer adaptar lo que a mí juicio fue su obra más popular, lo primero que intenté fue proyectar un edificio de diseño propio inspirado en su estilo. Aunque resulte irónico, debía proyectar un edificio capaz de aportar algo realmente diferente. Fue entonces cuando me di cuenta que tenía ante mí la posibilidad de revivir en primera persona lo que únicamente han experimentado dos personas en la historia, Mies Van der Rohe y Edith Farnsworth. Lo único que debería hacer para superar la parte más complicada de este proyecto sería renunciar a un diseño propio que alimentase mi ego», afirma Pablo Gumucio.
La obra original tiene 166 metros cuadrados construidos, mientras que esta adaptación tiene contra 110. El motivo de esta reducción resultó imperativo debido a la inviabilidad de situar ésta en un terreno similar al original de 33.000 metros urbanizable. En su lugar, esta adaptación está situada en un parcela de algo más de 3.000 metros.
«Pese a ser una reproducción experimental y adaptada, nada en la Farnsworth 33 ha sido realizado al azar», comenta el autor de esta adaptación. A diferencia de la obra original, la distribución de la Farnsworth 33 es simétrica. Tomando como punto de partida el salón, al que se accede por medio de una terraza de 55 metros cuadrados, dos pasillos que recorren independientemente la fachada anterior y posterior. Ambos pasillos llevan de forma independiente y simétrica a los respectivos cuartos de baño, habitaciones y cocina. Estos pasillos, a su vez, forman parte del espacio de la cocina y de las habitaciones. «En esta adaptación la cocina se ha dispuesto de forma transversal, a fin de obtener un control total sobre ambas fachadas, en contraposición de la original dispuesta longitudinalmente. El motivo de este cambio lo encontraremos en las memorias de la doctora Farnsworth, que denunciaba que cocinar de espalda al exterior le producía una sensación de angustia e inseguridad. Entre el salón y la cocina existe un doble muro con puerta, que al igual que la original sirve como sala de caldera y trastero», explica el diseñador.
Uno de los argumentos más conocidos por los que la doctora Farnsworth llevó a Mies Van der Rohe ante los tribunales de Chicago fue por considerar la casa inhabitable por la excesiva luz reflejada en el suelo blanco de mármol que se extendía por toda la vivienda. A fin de evitar este mismo problema se ha dispuesto en esta ocasión un suelo de hormigón oscuro semipulido a fin de evitar al máximo el reflejo de la luz. «Con el mismo criterio, también se optó por una tabaquería oscura de ébano verde sin barnizar a fin de evitar la máxima refracción de la luz y que a la vez mantiene la esencia de la obra original realizada en madera de cerezo». Otro de los problemas de la obra original fue la condensación de sus cristales, que ha quedado resuelto con la utilización de nuevas generaciones de materiales. Aquí se ha optado por un doble acristalamiento de seguridad, laminado y ligeramente tintado verde en su cara exterior, «que a parte de evitar el impacto de pequeñas aves al verse reflejadas, evita una visión clara del observador exterior por no estar en el mismo plano horizontal. Todo el conjunto ha sido montado sobre una perfilaría de aluminio lacado blanco. Hay que recalcar que el factor luz que afecta a esta vivienda condiciona decisivamente en la elección de todos y cada uno de los materiales que la componen. De lo contrario caeríamos en los mismos errores que llevaron a la original a convertirse en un concepto lejos de una vivienda funcional».
Toda la vivienda se encuentra domotizada y se puede acceder a ella de forma remota. Tanto el control de acceso, como los sistemas de seguridad perimetral instalados por toda la parcela, están conectados a este sistema.
Cuando acabe este experimento, dentro de unos meses, Pablo Gumucio tiene previsto publicar un libro contando su experiencia en este palacio de cristal, en el que seguro que podrá dedicar un capítulo con anécdotas de los numerosos curiosos y los molestos mirones que ha tenido que soportar.
Diario de Ávila.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario